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A través del monstruo de colores vamos a aprender a identificar nuestras emociones y a descubrir herramientas para gestionar cada una de ellas.
Comenzamos ayudando a nuestro monstruo lunero a salir del lío en el que se había metido. Lanas de colores por todas partes y un bloqueo emocional importante.
Empezamos explicándole que así no podía seguir y fuimos contándole qué quería decir cada uno de los colores que cubría su cuerpo.
ALEGRIA: AMARILLO
TRISTEZA:AZUL
MIEDO: NEGRO
RABIA: ROJO
CALMA: VERDE
AMOR:ROSA
Le
sugerimos que cada color tenía que estar en su tarro correspondiente,
porque cuando muchos colores se mezclan, no nos encontramos muy bien.
Para que no se angustiara mucho, al principio, le dijimos que podía
contar con nuestra ayuda. Poco a poco aprenderá a separar sus "colores"
"emociones" él sólo.
Nos
pusimos manos a la obra y por pequeños grupos, fuimos cortando cada una
de las lanas de colores y guardándolas en su tarrito correspondiente.
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