Daniel nos trajo por su cumpleaños una bandeja llena de calaveras, que no tenemos muy claro a qué época pertenecieron y que , aunque como buenos arqueólogos quisiéramos, ya no podremos investigar porque no dejamos ni una miga.
Lo que sí pudimos estudiar fueron algunos huesos del cuerpo humano. Para ello, nos trajo a cada uno un esqueleto que brilla en la oscuridad. Aprovechamos también para sacar el juego del ahorcado, dóndE podemos ver los huesos mencionados.
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