El miércoles Luna tenía una sorpresa guardada en la boca… ¡Con lo que nos gustan las sorpresas!! Madre mía, nos faltó tiempo para ir corriendo a la alfombra, que es donde nos enseña muchas de las cosas que trae.
Era un cuento, ¡vaya tesoro!: "El oso meloso y la luna feliz". Ah! y también unos discos de algodón, blancos como la nieve, redondos como la luna, suaves...
El cuento nos habla de un conejo que vivía en un bosque, y en su bosque era invierno, había nieve y hacía frío… , como en Laredo, aunque aquí no suele nevar.
Para percibir la sensación térmica de la nieve, tocamos unas bolsas, que estaban en los congeladores guardadas… ¡Qué frías! BBBBRRRRRRRRRR, son para curar los golpes cuando tropezamos.
Como el cuento nos gustó mucho, pensamos en hacer un mural sobre él, y nos pusimos manos a la obra. Para ello, nos dividimos en dos grupos:
Uno de ellos preparó:
• Pintura blanca como la nieve, como las pizarras del aula, las playeras de algun@s compis.
• Pintura azul clarito como el cartel grande de clase, el cielo cuando hace bueno…
• Pintura azul oscuro como las puertas que tenemos, las cajas de algún juguete que teníamos por ahí…
• Y pinceles, brochas y rodillos de muchas formas diferentes.
El otro grupo, hizo un muñeco de "nieve" blanco, con forma de conejo (como Lily, que es uno de los personajes del cuento).
Con un cuento y mucha imaginación, estamos aprendiendo muchas cosas del invierno: la ropa, sensaciones de frío y calor, colores, motricidad fina, texturas…
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