El Diwali (también Divali, Deepavali o Deepawali) es una fiesta religiosa conocida también como el «festival de las luces», que celebran miembros de varias religiones en India, como el hinduismo, el sijismo y el jainismo.
Durante el Diwali, celebrado una vez al año, la gente estrena nuevas
ropas, comparte dulces y hacen explotar petardos y fuegos artificiales.
Es la entrada del año nuevo hindú, y una de las noches más
significativas y alegres del año.
La fiesta tiene lugar en el decimoquinto día de la quincena oscura del mes de kārttika (que cada año puede caer entre el 21 de octubre y el 18 de noviembre), y puede durar cuatro o cinco días. Conmemora la muerte del demonio Narakasura a manos de Krishna y la liberación de dieciséis mil doncellas que éste tenía prisioneras. Celebra también el regreso a la ciudad de Ayodhyā del príncipe Rāma tras su victoria sobre Rāvaṇa,
rey de los demonios. Según la leyenda, los habitantes de la ciudad
llenaron las murallas y los tejados con lámparas para que Rāma pudiera
encontrar fácilmente el camino. De ahí comenzó la tradición de encender
multitud de luces durante la noche.
Las casas se limpian de forma especial y se adornan con diversos
motivos y lámparas de aceite o velas que se encienden al atardecer. Es
usual celebrar una comida compuesta de sabrosos platos y dulces, hacer
regalos a las personas cercanas y familiares, los fuegos artificiales y
los juegos. Es el momento para renovar los libros de cuentas, hacer
limpieza general, reemplazar algunos enseres del hogar y pintarlo y
decorarlo para el año entrante. Es tradición que la diosa favorecerá de
forma especial a quienes se reconcilien con sus enemigos.
Se aconseja instalar un altar en un lugar preferente de las casas
donde este presente una imagen de Lakshmí a la que se le ofrecerán
flores, incienso y monedas mientras se repite el mantra:
Al anochecer se abren todas las ventanas y puertas de las casas y en
cada una de ellas se realiza un ofrecimiento de luz con una lámpara de
aceite o una vela, repitiendo el mismo mantra, para que Lakshmí
entre para el resto del año. También se lanzan barcos de papel o
lamparillas encendidas a los ríos sagrados, cuanto más lejos vayan,
mayor será la felicidad en el año venidero y se elaboran unos diseños
llamados manorā, que son unos dibujos hechos en las paredes y que
se adornan durante el festival. A la salida del sol es de ritual
lavarse la cabeza, lo que tiene el mismo mérito que bañarse en el
sagrado río Gangā (el Ganges).
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