NUESTRO PROPIO ERIZO

El viernes después de saludarnos, cantar y hablar un poquillo en la alfombra, vimos que Luna tenía la boca llena, así que decidimos abrírsela para ver qué nos traía esta vez. A nosotros/-as, que somos aún de mente un poco dispersa, se nos había olvidado que la masa pegajosa estaba esperándonos. Fue nuestra rana quien nos lo recordó después de sacarle de la boca un paquete de plumas (pasta-macarrones).

Antes de que nos adelantáramos y nos diera por meternos la pasta cruda en la boca nos avisó de que estaba cruda y de que esta vez no la íbamos a usar para comer. Pidió a Carmen que acercara la masa pegajosa y le fue diciendo a Raquel los pasos que tenía que seguir para hacer un erizo como Pincho. Si sí, un erizo que también iba a pinchar, por eso nos había traído las plumas, para que hicieran de púas.

Después de hacer uno como modelo, con ayuda de Olga nos pusimos manos a la obra y todos hicimos nuestro propio erizo. A Valeria no le gustaba nada tocar la masa ni la pasta, así que decidió que mejor probaría otro día, pues le daba bastante repelús, a Zarina hubo que retirarle la pasta pues decía que hasta cruda se la comía y a Javi le tuvimos que explicar que esa masa no se comía porque él tenía mucho interés en probarla.

Nuestros erizos están secándose, pronto podréis tenerlos en casa.