El miércoles cuando llegamos al aula teníamos una sorpresa. Luna nos había dejado el libro de Pincho el erizo. Es un libro que puede resultar un poco largo para nuestra capacidad de atención, pero no tuvimos problema, llegábamos cargados de energía del puente y aguantamos como unos campeones/-as , escuchando cada detalle.
Después de leer el cuento, decidimos formar un tren y marcharnos al patio.El camino es largo, así que es preferible ir entretenidos cantando alguna canción para que el tren no descarrile y así lo hicimos, cantando ....
Por fin llegamos a nuestro destino. Habíamos decidido ir allí en busca de hojas de otoño, porque estábamos seguros/-as de que encontraríamos alguna como la que se le había quedado a Pincho entre sus púas y así fue, encontramos hojas de distintas formas y tamaños, pero casi todas marrones. Claro!!! estamos en Otoño. Ah!! también encontramos un caracol ,que nos llevamos a clase y al que pusimos el nombre de Pepito. Le cantamos para que sacara los cuernos, pero nada, en el patio debía de tener frío, porque sólo los sacó cuando llegamos a clase de nuevo.
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